Es tiempo de hacer un alto en el camino y, en caso de haber incurrido en errores y pecados de forma recurrente y deliberada, arrepentirnos y volver la mirada a Dios.
Fernando Alexis Jiménez | Editor del portal Familias Sólidas
Nuestras decisiones de hoy determinan cómo nos irá y, de hecho, marcan nuestro mañana para la victoria o el fracaso. No depende de Dios el que nos vaya mal y tampoco deberíamos ir culpando a las demás personas, desconociendo que quizá tomamos caminos equivocados que traen consecuencias.
Le animamos a corroborar el asunto leyendo Deuteronomio 30:1-19. En particular, en los versos 11 y 12 leemos:
“Este mandamiento que hoy te ordeno obedecer no es superior a tus fuerzas ni está fuera de tu alcance. No está arriba en el cielo, para que preguntes: “¿Quién subirá al cielo por nosotros, para que nos lo traiga, y así podamos escucharlo y obedecerlo?”
La responsabilidad por lo que decidamos en cada etapa de nuestra existencia, está en nuestras manos.
DECISIONES DETERMINANTES
Con fundamento en el pasaje, le invitamos a considerar 12 decisiones que determinan un antes y un después en la victoria o el fracaso. Si nos evaluamos y arrepentimos, el curso de la historia cambiará:
> Cada quien escoge la bendición o la maldición (v. 1)
> Si nos hemos equivocado o pecados, podemos decidir arrepentirnos (v. 2)
> Cuando hay arrepentimiento sincero, Dios nos perdona y restaura (v. 3)
> La gracia de Dios nos alcanza para darnos una nueva oportunidad (v. 4)
> Aunque nuestro principio sea de derrota, Dios nos multiplicará y prosperar (v. 5)
> Dios bendecirá nuestra familia y a la descendencia (vv. 6, 7)
> Dios bendecirá nuestra obediencia (v. 8)
> Si hemos sido unos fracasados, en Dios seremos victoriosos (v. 9)
> Dios acompaña y respalda nuestro arrepentimiento (v. 10-13)
> Dios estará cerca de nuestro corazón (vv. 14-16)
> Si somos rebeldes, aunque Dios nos ama, acarrearemos con las consecuencias (vv. 17-19)
> Dios tiene grandes planes para nuestras vidas y la familia.
Es tiempo de hacer un alto en el camino y, en caso de haber incurrido en errores y pecados de forma recurrente y deliberada, arrepentirnos y volver la mirada a Dios.
UN PASO IMPORTANTE
Evaluarnos periódicamente es esencial. Nos permite identificar equívocos e imprimir ajustes, con ayuda del Señor. Hoy es el día para dar ese paso.
Recuerde lo que dice la Palabra:
«Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes.» (Deuteronomio 30: 19 | NVI)
No podríamos concluir sin antes invitarle para que se acoja a la gracia de Dios. Por la obra de Jesucristo en la cruz, sus pecados fueron perdonados y tiene ahora la oportunidad de emprender una nueva vida. Recíbalo en su corazón.
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