La Biblia nos enseña pautas eficaces alrededor de cómo ejercer un liderazgo de influencia a nivel espiritual, personal, familiar y social. En esta ocasión descubriremos 5 principios prácticos, sencillas y eficaces.
Fernando Alexis Jiménez | Director del Instituto Bíblico Ministerial
¿Cómo ejercer un liderazgo eficaz, que deje huellas e, incluso, trascienda a las nuevas generaciones? Un interrogante que se formulan sinnúmero de personas que desean alcanzar un impacto transformacional en la familia, la iglesia, la sociedad y el trabajo.
En procura de responder a esta pregunta, invierten anualmente muchos recursos en conferencias, convenciones y libros. Sin embargo, no despejan sus inquietudes.
Las respuestas a este y otros cuestionamientos se encuentra en la Biblia. Es nuestra carta de navegación para avanzar exitosamente en todos los caminos.
Ahora bien, hablando de buenas prácticas de liderazgo, le animamos a leer el capítulo de 2 de Crónicas 10. De principio a fin. Allí hay respuestas valiosas, de las que conviene tomar nota.
En síntesis, recuerde que acaba de fallecer el rey Salomón. El poder lo asume su hijo Roboam (928-913 a.C.). Una de los primeros requerimientos a que hace frente, proviene de los representantes de las 10 tribus de Israel, que lo abordaron en la ciudad de Siquén…
1. UN LÍDER DE INFLUENCIA ESCUCHA INQUIETUDES
Liderar no significa que siempre tenemos la razón. Por el contrario, es una posición de influencia que se alimenta a partir de escuchar, analizar y responder a las inquietudes.
Entremos en escena con el joven monarca, Roboam, para ser testigos de ese momento histórico:
“Cuando lo mandaron a buscar, él y todo Israel fueron a ver a Roboán y le dijeron: —Su padre nos impuso un yugo pesado. Alívienos usted ahora el duro trabajo y el pesado yugo que él nos echó encima; así serviremos a Su Majestad.” (2 Crónicas 10: 3, 4 | NVI)
Las quejas de los representantes de numerosas comunidades, giraban en torno a tres aspectos básicos y de fácil resolución:
+ Altas tributaciones.
+ Trabajos duros, pesados y largas jornadas.
+ Opresión, que generaba desmotivación.
¿Cómo hubiese reaccionado usted, en caso de estar en la situación de Roboam? Piénselo por un instante. Probablemente hoy o por estos días ha vivido una situación similar. De su respuesta, depende en gran medida su liderazgo de hoy y de mañana.
Por su parte, el joven rey Roboam fue displicente y, con hipocresía, les invitó a dejarle revisar el asunto, aun cuando él pareciera tener resuelto el asunto (Cf. 2 Crónicas 10: 5, 8, 9)
2. UN LÍDER DE INFLUENCIA TOMA DECISIONES CON EQUIDAD
La predisposición es uno de los peores enemigos del liderazgo de influencia. Desde la perspectiva de Roboam, escuchar a los súbditos y atender sus inquietudes, demostraría debilidad. ¡Tremendo error!
Sus equívocos relevantes:
+ No escuchar.
+ Reaccionar sin medir las consecuencias.
+ Asumir una actitud autoritaria.
Evalúe si, por alguna razón, usted ha incurrido en estos errores. Si es así, está a tiempo de evaluarse e imprimir correctivos con ayuda del Señor.
3. UN LÍDER DE INFLUENCIA SE RODEA DE UN EQUIPO SABIO
Alrededor del líder muchas personas querrán hablarle al oído. Unos por intereses propios y, otros, porque consideran que son portadores de la verdad revelada, es decir, que siempre tienen la razón.
Le invitamos para que, nuevamente, nos acompañe en otro capítulo de la vida del rey Roboam:
“Cuando el pueblo se fue, 6 el rey Roboán consultó con los ancianos que en vida de su padre Salomón habían estado a su servicio. —¿Qué me aconsejan ustedes que le responda a este pueblo? —preguntó. Ellos respondieron: —Si Su Majestad trata con bondad a este pueblo, y condesciende con ellos y les responde con amabilidad, ellos le servirán para siempre. Pero Roboán rechazó el consejo que le dieron los ancianos, y consultó más bien con los jóvenes que se habían criado con él y que estaban a su servicio.” (2 Crónicas 10: 6 – 8 | NVI)
Escuchar a sus contemporáneos, los que fueron al colegio con él y frecuentaban los mismos lugares, dejó de lado la experiencia y sabiduría que traen los años. Algo más: desestimó que los jefes de las tribus llevaban muchos años delante de la presencia de Dios, y con todo y sus errores, le consultaban las decisiones.
Dejar a Dios de lado jamás será una buena decisión.
4. UN LÍDER DE INFLUENCIA APLICA REINGENIERÍA
Daniel Morris y Joel Brandon introdujeron y posicionaron en la década de los noventa, un concepto que hizo carrera y trasciende a nuestro tiempo: la reingeniería.
En su concepto:
«Reingeniería es el replanteamiento fundamental y el rediseño de los procesos en las empresas para lograr mejoras sustanciales en medidas de rendimiento como lo son costos, calidad, servicios y rapidez, optimizar los flujos de los trabajos y la productividad de una organización y/o persona que lidera.»
Su disposición debió ser otra. Incluyendo una que es fundamental: consultar a Dios y pedir su divina dirección. Pero no lo hizo.
Roboam cerró toda posibilidad de identifica y corregir errores. Y como desestimó un sabio consejo, asumió las consecuencias.
“Cuando se dieron cuenta de que el rey no iba a hacerles caso, todos los israelitas exclamaron a una: «¡Pueblo de Israel, todos a sus casas! ¡Y tú, David, ocúpate de los tuyos! ¿Qué parte tenemos con David? ¿Qué herencia tenemos con el hijo de Isaí?» Así que se fueron, cada uno a su casa.” (2 Crónicas 10: 16 | NVI)
Esa historia real y que refleja una crisis institucional, debe llevarnos a examinarnos. ¿Cómo anda nuestro liderazgo en la vida personal, espiritual y familiar?
Es hora de pedirle al Señor que nos permita detectar equívocos y, con Su divino poder, corregir a tiempo.
5. UN LÍDER DE INFLUENCIA TOMA DECISIONES OPORTUNAS
No podría concluir sin antes invitarle para que e acoja a la gracia de Dios. Esa gracia que, fruto de la obra de Jesucristo en la cruz, trae perdón a nuestros pecados, nos ofrece una nueva oportunidad y nos asegura la vida eterna. Decídase hoy por el Señor en su corazón.
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