9 consejos eficaces para resolver conflictos familiares

Los conflictos familiares son inevitables. Pero el hecho de que surjan, no significa que permitamos que se dimensionen de tal manera que afecte la vida conyugal y la interacción con los hijos. Descubra qué hacer.

Los conflictos familiares son inevitables. Pero el hecho de que surjan, no significa que permitamos que se dimensionen de tal manera que afecte la vida conyugal y la interacción con los hijos. Descubra qué hacer.


Fernando Alexis Jiménez | Director del Instituto Bíblico Ministerial


Si queremos que los problemas se resuelvan, debe haber disposición de corazón. Tenga presente que es necesario cerrar el círculo de las ofensas al interior de la familia, aunque nos tome tiempo y esfuerzo, y ligado a esto, cerrar el círculo de las ofensas demanda compromiso perseverancia.

El autor y conferencista, Gary Rosberg escribe:

“Se necesita valor para restaurar y reconstruir una relación, sin importar de qué lado de la ofensa te encuentres. Se necesita paciencia, tiempo, confianza y, en algunas ocasiones, hasta lágrimas, antes de llegar a un arreglo…” (Gary y Barbara Rosberg. “Matrimonios a prueba de divorcio”. Editorial Unilit. EE.UU. 2005. Pg. 102)

Los conflictos familiares se pueden resolver. Demandan de parte nuestra, reconocimiento y arrepentimiento por el error cometido, y disponernos a arreglar las cosas con ayuda de Dios. Permítame insistirle que, no es en nuestras fuerzas, sino con ayuda del Señor.

Es imperativo, como enseñan las Escrituras, que hagamos un alto en el camino y nos evaluemos interiormente con ayuda de nuestro Supremo hacedor:

“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.” (Salmos 139:23, 24)

UNA RUTA SENCILLA Y EFICAZ PARA CERRAR EL CICLO

Comparto con usted algunos pasos que le permitirán cerrar eficazmente el ciclo de las ofensas en la relación de pareja y con los hijos:

  1. Disponga su corazón para el cambio (Salmos 139:23, 24)
  2. Póstrese y ore ante la Presencia de Dios
  3. Reconozca que quizá no tiene la razón (Filipenses 2:3, 5)
  4. Identifique el error recurrente en su relación con la familia
  5. Reconozca que la familia está por encima del orgullo y arrogancia personal que a veces manejamos en nuestro interactuar diario
  6. Exprésele a su familia qué le causó el enojo. Dígaselo a la persona que causó la situación que le molesta
  7. Si usted falló, pida perdón
  8. Dispóngase a hacer concesiones mutuas en el proceso de buscar salidas concertadas al conflicto
  9. Prepárese para escuchar las razones de su cónyuge o de sus hijos en algo que les ha causado disgusto (Santiago 1:9)

El propósito eterno de nuestro amado Dios es que haya entendimiento en el hogar. Los conflictos, las heridas emocionales, el dejarnos de hablar con el cónyuge o castigar a los hijos de una manera irrazonable, jamás han estado ni estarán en el plan de Dios.

DIOS DESEA AYUDARNOS

Sobre esa base podemos afirmar que el Señor desea ayudarnos en el proceso de resolver los conflictos. Recuerde que el primer lugar debe ocuparlo Él. Si lo hacemos, Él nos asegura la victoria y nuestra realización familiar será plena.

Hoy es el día para que haga el alto en el camino que tanto requiere. Evalúe en qué ha fallado. Identifique cuáles son los problemas recurrentes. Y dispóngase a resolverlos. Con ayuda de Dios podrá lograrlo, no le quepa la menor duda.

Si no ha recibido a Cristo en su corazón como su único y suficiente Salvador, hoy es el día para que lo haga. Puedo asegurarle que no se arrepentirá. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirnos.

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