La decisión de Muniba podría ser la de dejarse arrastrar por las circunstancias o salir adelante, a pesar de haber quedado inválida. Una determinación que marcó su vida.
Fernando Alexis Jiménez | Editor de Familias Sólidas
Muniba Mazari Baloch quedó confinada a una silla de ruedas cuando tenía 21 años. Una situación que le cambió la vida en cuestión de segundos. Fue la consecuencia de una lesión en la médula espinal tras un accidente automovilístico, del que –dicho sea de paso—no fue causante.
Mientras estaba en una cama de hospital con el cuerpo destrozado, medio paralizado y prácticamente sin poder mover las manos, comenzó a pintar para distraerse, ya que las horas, postrada, se le hacían eternas. Pintar la mantuvo motivada.
A pesar del inmenso dolor que ha sufrido como consecuencia del accidente, considera que su dolor es “transformador” porque que le ha permitido conectar con otras personas que también experimentan la misma situación.
La situación inesperada que cambió el curso de su historia, la ha convertido en una activista que anima a las mujeres y las niñas que han sufrido discriminación o violencia para no tener miedo a enfrentarse al dolor.
DIEZ MINUTOS QUE LA VISIBILIZARON
En noviembre del 2014 una intervención de Muniba Mazari en las charlas TEDx, organizada en Islamabad, la catapultó. Su breve intervención contenía un mensaje de esperanza. Instaba a la audiencia a no rendirse ante la vida.
Su llamado va más allá de las distintas generaciones y representa la voz de mujeres, hombres, niñas y niños de todo Pakistán sobre cuestiones importantes relacionadas con la desigualdad de género y la discriminación.
Sus alocuciones son hoy, a nivel mundial, no solo en Pakistán. Aborda temas que incluyen las desigualdades de género y la discriminación.
La BBC la designó en el 2015 como una de las mujeres más influyentes en la sociedad mundial.
UNA DECISIÓN IMPORTANTE
En medio de la crisis, fue Muniba Mazari quien puso en una balanza dos posibilidades: dejarse arrastrar por la tristeza y acogerse a la misericordia de las personas alrededor o, por el contrario, aceptar su situación y reemprender una nueva vida.
No importaba que estuviera solamente con el apoyo de su familia en esa batalla para salir adelante. Optó por lo segundo, según explicó en una entrevista para el podcast de Lewis Howes.
“Es fundamental que nos aceptemos, cualquiera sea la situación o crisis que enfrentemos. Una buena relación contigo mismo, es decir, amarte, ayudará en el proceso. No es lo externo ni lo que digan los demás lo que nos debe moldear. ¿La razón? No podemos responder a las expectativas de los demás ni complacer a todos”, aseguró.
Además de pintora, escritora y oradora en eventos mundiales, Muniba Mazari es presentadora de televisión en su país.
DIOS NOS ACOMPAÑA
En medio de las circunstancias que enfrentemos, por más difíciles que sean, no estamos solos. Dios camina junto a nosotros, sufre lo que sufrimos—porque nos creó y es nuestro Padre—y desea ayudarnos. Cuando tenemos comprensión de esa realidad, podemos repetir como el salmista:
“Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío, no temo sufrir daño alguno, porque tú estás conmigo; con tu vara de pastor me infundes nuevo aliento.” (Salmo 23: 4 | RVC)
Lo fundamental es depositar toda nuestra confianza en el Señor y pedirle que, en cada nuevo paso, nos de su orientación (Salmo 37: 5). Él sabe por dónde debemos caminar, para ir seguros.
El autor sagrado reconoció en el Creador, el refugio al que podemos acudir cuanto todo en torno nuestro es un caos:
«Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en todos los problemas. Por eso no tenemos ningún temor. Aunque la tierra se estremezca, y los montes se hundan en el fondo del mar; aunque sus aguas bramen y se agiten, y los montes tiemblen ante su furia.» (Salmo 46:1-3 | RVC)
Es nuestro amado Padre quien debe tomar el control de nuestra vida cuando sentimos que el mundo se derrumba y que no hay salida para el laberinto.
En esa dirección, todo cuanto nos roba la paz interior, debemos entregarlo en sus manos:
“Descarguen en él todas sus angustias, porque él tiene cuidado de ustedes.” (1 Pedro 5: 7; Mateo 11: 28-30)
Desconozco cuál sea su situación actualmente; lo que sí puedo asegurarle es que en Dios encontrará la fortaleza necesaria para seguir adelante.
¿CÓMO ANDA SU RELACIÓN CON DIOS?
Nuestra vida puede experimentar cambio y transformación. Con ayuda de Dios es posible. Pero, ¿cómo anda su relación con el Señor? Hoy es el día de ponernos a cuentas con Él.
Dios nos ama y desea perdonarnos. Por el amor que nos tiene, Jesús su Hijo, murió por nuestros pecados en la cruz. Cargó sobre sí con toda nuestra maldad (1 Pedro 2: 24).
El apóstol Juan anota que:
“Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Si alguno ha pecado, tenemos un abogado ante el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.” (1 Juan 2: 1, 2 | RVC)
Hoy es el día oportuno de volverse a Dios. Acójase a su gracia perdonadora. Podrá iniciar una nueva vida, con Su divina ayuda. No está solo en el proceso. Él lo acompaña en cada nuevo paso. Ábrale las puertas de su corazón a Jesucristo.
© Fernando Alexis Jiménez | @Conexión365
